El glaucoma consiste en una enfermedad del nervio óptico, que es irreversible y puede deberse a varias causas. Convirtiéndose en el factor de riesgo más importante en la presión intraocular elevada (PIO). La importancia de esta enfermedad radica en que supone la segunda causa de ceguera en los países desarrollados. El diagnóstico precoz de la enfermedad es el mejor aliado para poder controlar su evolución.

Entendemos por glaucoma una enfermedad del nervio óptico, que puede evolucionar repercutiendo en la función visual, donde el factor de riesgo más importante es el aumento de la presión intraocular. Podemos clasificarlo en glaucoma congénito o adquirido, que a su vez pueden clasificarse como primario o secundario. Se conoce como primario cuando la alteración parte de una disfunción de las estructuras de drenaje del líquido intraocular conocido como humor acuoso. Si la alteración es consecuencia de otra patología, o de un agente externo, en los que el nervio óptico y los mecanismos de drenaje intraocular se ven afectados sin ser responsables directos de dicha disfunción, hablaríamos de glaucoma secundario. Por tanto, se deduce que en estos últimos casos, el nervio óptico “paga las consecuencias de una patología o situación ajena” al mismo.

En la clínica de los oftalmólogos de Málaga Dres. Irigoyen les ofrecemos los métodos para el diagnóstico precoz y seguimiento de los diferentes tipos de glaucoma y la hipertensión ocular (presión intraocular elevada – P.I.O. o tensión ocular).